meditar: estar en el medio

Publicado el 28 de julio de 2025, 14:30

Meditar viene de la palabra latina meditari, (meditar, considerar), pero bien podría hacer referencia a estar en el medio. Y ahora veremos porqué.

Esta palabra ha recibido el sinónimo de reflexión, pensamiento profundo, consideración, etc.. Si bien es cierto que meditar se parece a pensar, también lo es que para cualquiera que practique la meditación, sabe que tiene una profunda relación con estar en el medio. ¿En el medio de qué? Eso ahora veremos.

Cualquier practicante de meditación más o menos serio, al preguntarle por la meditación, los pasos a seguir y sobre todo, qué es, os podrá decir que es una no lucha por estar en equilibrio en su propia mente. De entrada esto es fácil de entender pero por si acaso, vamos a explicarlo un poco.

Alguna vez os habréis reído a carcajadas y con gran estruendo, llegando a estar incluso en un estado un poco histriónico; alguna vez habréis podido estar tan triste que la desesperación ha podido anidar a sus anchas en vuestro interior. Ya veis por donde voy.

Estos estados opuestos que la vida nos ofrece, son los extremos de las emociones que podemos sentir en un día cualquiera, al contarnos alguien algún chiste o al recibir una muy mala noticia y estremecernos como resultado. Estar en el medio es no irse a los extremos de las emociones luchando por estar presentes a cada instante de nuestra vida. A cada instante se nos ofrecen distintas oportunidades, a través de las experiencias que vivimos, de sentir la vida en su máximo esplendor, ya sea para bien o para mal. Vida es vida, agradable y desagradable, gusto y disgusto, placer y dolor.... Si solo en la vida se nos diera una sola cosa, esto sería o bien el cielo o bien su contraparte. 

Bien sabemos que todo es dual y por tanto relativo. Con la meditación buscamos estar en ese estado ecuánime, equilibrado donde los opuestos nos van a asediar a través de las imágenes o emociones que nos aborden mientras meditamos. Nuestro objetivo por tanto, ante tal marabunta de proyecciones será verlas, analizarlas, comprenderlas y dejarlas pasar. Si conseguimos esto, habremos conseguido estar en el medio de la tropelía apabullante y habremos salido victoriosos hasta afrontar el siguiente paso. 

Por lo tanto, meditar es estar en equilibrio interiormente y caminar sobre la cuerda no cayendo ni a un lado ni a otro. Estar en medio de las distintas proyecciones que nos envíe la mente y no dejarse atrapar por ninguna de ellas sean de la calidad o del tipo que sean.